domingo, junio 01, 2008

La inolvidable imprenta de Pablo Emilio Coni

La primera estampilla del país




El Gobierno de Corrientes mantenía un servicio de correo que abarcaba toda la provincia y provocaba un gasto importante al erario público, razón por la cual en febrero de 1856 promulgó la ley que establecía el pago de un canon para el despacho de la correspondencia.
Y para poder cobrar ese canon, se necesitaba contar con una estampilla de franqueo, que sería la primera utilizada en el país
Comparando las fecha de esta ley (febrero) y la del contrato entre el gobierno y Pablo Emilio Coni (abril), es fácil inferir que todo lo relativo a la impresión de los sellos, tendría que ser encarado por el último de los nombrados.
El primer paso para lograr su objetivo fue buscar al grabador que estuviese capacitado para realizar laplancha para la impresión.Lo encontró en la persona de Matías Pipet, francés, como Pablo Coni, llegado a Corrientes en 1853, “panadero” de profesión, y antiguo aprendiz en un taller de grabados.

Siendo ambos de origen francés, no resulta extraño que la imagen de la primera estampilla fuese copia de la emisión francesa de 1849, con la efigie de la diosa romana Ceres, protectora de la agricultura.

Matías Pipet grabó ocho clisés en cobre, trabajados en forma individual, todos parecidos, pero con variantes facilmente reconocibles.

Los ocho clisés, de 19 x 22 mm cada uno, se montaron sobre madera. La primera impresión se realizó en agosto de 1856, en la Imprenta del Estado y comenzaron a venderse el día 21 de ese mes.

En diciembre de 1878 (22 años después) el gobernador de Corrientes, Felipe Cabral, decretó que los abogados, procuradores y agrimensores utilizaran esos timbres postales, para el sellado de los escritos que presentaran, según la nueva ley de impuestos que regiría a partir de 1879.

La inolvidable Imprenta Coni
Bibliografía de la imprenta p. 74-76 240 p.

A fines del siglo pasado, en tiempos de producciones a gran escala, la primer imprenta privada en Argentina Coni prefirió mantener el estilo artesanal de sus ediciones a incorporar la linotipia. La llegada de esta innovación tecnológica, representaba la producción mecánica de las letras, siendo el resultado más impersonalizado. O al menos esto entendió Coni, quien prefirió que en su taller, los libros y las demás impresiones, mantuvieran su marca y sello. Su lema era claro que le espiritual reine sobre la material.

El edificio de la vieja imprenta, ubicado en Perú 684 es el más antiguo de todos los que lo rodean y su proyectista fue el ingeniero Pedro Coni, hijo del fundador de la imprenta y padre de Alberto Coni, un reconocido arquitecto que proyectó más de doscientas edificaciones a principios de este siglo.

Pablo Emilio Coni (el creador de la imprenta), era un parisino que había sido educado en las artes gráficas, pero pronto aprendió el oficio de tipógrafo. Vino a Corrientes y en 1853 empezó su etapa de impresor con unos periódicos. Su trayectoria en la provincia del litoral fue intensa. No solo se dedicó a la impresión del diario, La libre navegación de los ríos, que después pasó a llamarse El Comercio sino que imprimió distintos folletos y obras que hicieron historia, como el Primer Mensaje del Presidente de la Confederación Argentina al Primer Congreso Legislativo Federal; los estudios sobre la Constitución argentina; la instrucción práctica de artillería por Bartolomé Mitre o los Anales del Museo de Corrientes. También de su imprenta surgió el primer sello postal de Argentina, que fue hecho con su colega francés Pipet. En la primer estampilla se nota la influencia en el diseño de la emisión francesa de 1849, con la efigie de la diosa Ceres cuya fuerza reconoce su origen en la tierra, representa la fecundidad y lleva por atributo la hoz y la gavilla.

Pulcritud, elegancia y buen gusto caracterizaban sus obras. En 1863 se instaló cerca de lo que hoy es Perón y Rivadavia y después se trasladó a Perú 684, lugar en el cual imprimó a través de años, una variedad de composiciones que dejaron rastros importantes en la historia argentina. Entre ella podemos mencionar a Anales de la Educación Común que fundó Sarmiento y dirigió Juana Manso; Los fallos de la Suprema Corte de Justicia, que apareció simultáneamente con la creación de ese tribunal o el proyecto de Código Civil de Vélez Sársfield. El único momento en que cerró la imprenta fue durante uno o dos meses, en 1871, como consecuencia de la fiebre amarilla.

La impresión artesanal como elección
Cuando apareció la linotipia, pronto llegó un representante francés a ofrecerle a Coni la primera que salía en el país. Sus ventajas eran considerables ya que aceleraba los trabajos. Pero fueron rechazadas ya que priorizó la calidad que podía lograrse con la composición manual, antes que la realización de una mayor cantidad de obras pero con un menor nivel.

En calidad artística esta imprenta siguió recogiendo elogios y produjo libros de géneros muy diferentes: Desde 1876 hasta 1933 se encargó de darle estilo en el formato a la totalidad de los Anales de la Sociedad Científica Argentina, revistas universitarias, tomos con los resultados del Observatorio Cordobés, la Revista de Legislatura y Jurisprudencia, etc. Un trabajo notable fue La Vuelta de Martín Fierro, de José Hernández. Las figuras mas importantes de la época confiaron sus obras a la estética de estas ediciones: entre otras podemos mencionar a Sarmiento, Avellaneda, Roca, Urquiza, Derqui, Mitre o Alberdi. En 1910 falleció Pablo Emilio Coni. Los herederos nunca renunciaron a la composición manual de sus trabajos, por lo tanto no usaron el procedimiento mecánico de la linotipia. Pasados los años 1930 los altos impuestos que se impusieron al papel en blanco, hicieron que resultara más barato imprimir los libros en el exterior del país. Años después la imprenta fue vendida a un grupo de profesores universitarios entre los cuales se encontraba Arturo Leanza, Primer Premio Nacional de Ciencias, quienes años después la cerraron, pero mantuvieron hasta el final el viejo sistema de componer las líneas de un texto, letra por letra, con lo cual se obtuvieron trabajos muy esmerados. Quedó en el recuerdo el más completo catálogo de tipos de todas las lenguas, las ciencias y artes. Numerosos operarios pusieron su sello en cada línea. Testigos y protagonistas de la historia de la imprenta fueron presidentes, novelistas, juristas, poetas, médicos , maestros y un interminable número de escritores que, con buen gusto, dejaron en manos de la imprenta Coni su producción literaria.

Libros del autor

Pablo Emilio Coni. (1858). El verdadero calendario perpetuo : ó, sea colección de los 35 [i.e. treinticinco] calendario únicos posibles en el curso de los siglos. Corrientes: Imp. de La Opinion, 1858.

Asa Smith; Pablo Emilio Coni; Temístocles Paredes; Antonio Tamborini. (1868). Elementos de geografía dispuestos para los niños. Buenos Aires : Pablo E. Coni, Editor, 1868.

Libros impresos en su Editorial

Emilio R. Coni. (1897). Saneamiento de la Provincia de Mendoza (República Argentina). Buenos Aires: Imprenta de Pablo E. Coni é Hijos, 1897

Domingo Parodi. (1881). Ensayo de Botánica Médica Argentina comparada. Bs. Aires, Fac. de Ccias.Médicas. Imprenta Pablo E. Coni. 67 - 103 pp.

Hermann Burmeister; Emile Daireaux; W. Loeillot. (1881). Vues pittoresques de la République Argentine: XIV planches avec 36 figures, dessinées la plupart d'aprés nature et accompagnées de descriptions. Buénos-Ayres: Texte de l'Imprimerie de Paul-Émile Coni ...; Paris: F. Savy en commission ; Halle : Ed. Anton en commission, 1881.
Ambrosetti, Juan B. Antigüedades calchaquíes; datos arqueológicos sobre la provincia de Jujuy. Coni Hermanos, Buenos Aires, 1902. 97 p. Br913.82 Am12.

Ambrosetti, Juan B. Arqueología argentina; cuatro pictografías de la región calchaquí. Coni Hermanos, Buenos Aires, 1903. 13 p. Br913.82 Am12.2.

Lafone y Quevedo, Samuel A. Idioma abipón; ensayo fundado sobre el de Abiponibus de Dobrizhoffer y los manuscritos del J. Brignier; con introducción, mapa, notas y apéndices. Coni, Buenos Aires, 1896. 371 p. Br498.97 AQ38.

Lafone y Quevedo,Samuel A. Idioma mbaya; llamado guaycururú según Hervas gilü y castelnau, con introducción, notas y mapa. Imprenta de P. E. Coni é Hijos, Buenos Aires, 1896. 62 p. Br498.97 MbQ 38.2.

Lafone y Quevedo, Samuel A. Lenguas argentinas; idioma abipón; ensayo fundado sobre el “De Abiponibus” de Dobrizhoffer y los manuscritos del padre J. Brigniel, S. J. con introducción, mapas, notas y apéndices.Imprenta de P. E. Coni, Buenos Aires, 1896. 371 p. Br498.97M Q 38

Lafone y Quevedo, Samuel A. Tesoro de catamarqueñismos nombres de lugares y apellidos indios con etimologías y eslabones aislados de la lengua cacana. Imprenta de Pablo e Coni e Hijos, Buenos Aires, 1898 377 p. Br498.975 CQ 38.

Machoni de Cerdeña,Antonio. Arte y vocabulario de la lengua lule y tonocoté; compuestos con facultad de sus superiores. P. E. Coni, Buenos Aires, 1877. 361 p. Br498.971 LM 185. Originally published in 1732 at Madrid.

La Imprenta y Casa editora Coni desde 1854 a 1859, en Corrientes, y 1862 a 1924 en Buenos Aires. Buenos Aires Ediciones de la Exposición de la Industria Argentina 1924 12vo 30 pp Sin tapas

Enlaces externos
Museo Virtual de la Imprenta
Iván Grondona. La inolvidable Imprenta Coni.
Obtenido de "http://www.culturaapicola.com.ar/wiki/index.php/Pablo_Emilio_Coni"

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